Cuando un bebé está en camino, debes prepararte para cuidarlo y crecer. Si somos nuevos, surgen dudas por todos lados. Lo que tienes que recordar es que no todos somos iguales y lo que le pasa a unos niños a cierta edad puede estar por delante o por detrás en otros
El caso de los dientes y su desarrollo bucal es así. Los dientes de leche son más importantes de lo que solemos dar. Deben estar sanos y bien entrenados para que la alimentación del niño sea la correcta y evite problemas bucodentales inmediatos y futuros.
- erupciones Los primeros dientes suelen aparecer a los seis meses, tarde o temprano es normal. Puede pasar que tenga ocho meses y no haya brotes, pero no hay de qué preocuparse. Una revisión con dentista pediátrico Podrás determinar si están bien entrenados.
- Nació con un diente. Algunos niños incluso nacen con un diente, aunque es raro, esto no es peligroso para el bebé y no es patológico. Lo ideal es que el pediatra compruebe que el diente está bien sujeto y que no hay riesgo.
- No los enferma. Se dice que cuando le sale un diente, el bebé sufre de fiebre y malestar general. Pero no es así: puede molestar y el bebé necesita morder y aliviar la presión de la Chiclepor lo que se lleva todo a la boca y aumenta la posibilidad de contraer un virus.
- Higiene. Con los dientes de leche se extendió el mito de que como se los va a perder no hay que cuidarlos. Es un grave error: una caries puede ser muy dolorosa para el niño y causar problemas de alimentación. Y lo más preocupante es que la infección se extienda al diente definitivo, que está esperando a salir.
- Uso de chupete. Como la succión forma parte del desarrollo del niño tanto para alimentarse como para tranquilizarse, no es lógico prohibirla, pero conviene retirarla antes de los tres años para evitar alteraciones en el paladar y desplazamiento de los dientes.
