
Hemos visto mucha información sobre los dientes fisurados, una lesión que ocurre con más frecuencia de lo que se cree y que puede tener graves consecuencias si no se trata a tiempo.
Una fisura será más o menos grave según los tejidos dentarios que afecte, las zonas del diente que afecte y su dirección.
Por eso es importante acudir al dentista con regularidad, no solo cuando hay molestias en la boca.
El profesional sabrá valorar la complejidad de la fisura en el diente, ya que dependiendo del tipo de lesión se opta por tratamientos para solucionar el problema.
Existen varios tipos de fisuras dentales, clasificadas según diferentes categorías, pero la más importante es según los tejidos implicados:
– Fisura dental superficial: afecta únicamente al esmalte y no produce dolor ni molestias al paciente.
– Fisuras dentales profundas: aquellas que se extienden más allá del esmalte, involucrando la dentina e incluso la pulpa, se consideran fisuras profundas.
También existen tipos de fisuras en la zona del diente afectado, podemos distinguir fisuras en la corona, en la raíz o en ambas partes.
La forma y dirección de la hendidura también son importantes, especialmente durante el diagnóstico etiológico y en el enfoque del tratamiento. Así, podemos clasificar las grietas en horizontales, verticales u oblicuas.