Los empastes dentales no son eternos, ya que pueden deteriorarse estética o físicamente. Por ejemplo, pueden perder color o materia, porque cuando se mastica cualquier relleno, se somete a una enorme presión.
Básicamente, deben reemplazarse si se caen o se agrietan, ya que es cuando las bacterias y los restos de comida pueden asentarse y causar caries.
¿Por qué se caen los rellenos?
– Muerde demasiado fuerte con un diente muy cargado.
-El material del obturador utilizado no soporta las fuerzas que se ejercen sobre él, en este caso, si se ha fracturado una gran zona de un diente anterior, lo ideal es colocar una corona de porcelana, como mejor opción de tratamiento. En algunos casos, un dentista puede colocar una restauración compuesta, sin embargo, si el compuesto es demasiado grande, un movimiento como una mordida fuerte puede romper el material plástico.
-La saliva entra en la cavidad cuando se coloca el relleno y cuando esto sucede las resinas compuestas pueden interrumpir la unión del material, provocando su desprendimiento prematuro.
-Tanto los empastes de amalgama como los empastes pueden agrietarse, ya sea inmediatamente después de ser colocados o después de un tiempo, y el agrietamiento puede ocurrir poco después de colocar un empaste, por ejemplo, en los casos en que el empaste es más alto que el resto de la superficie del diente, una situación eso hace que resista la mayor parte de la fuerza de la mordedura.
-También se pueden presentar pequeñas grietas en los bordes de un relleno, condición que suele ser causada por el desgaste del tiempo, pero este tipo de grietas generalmente se pueden reparar.
