oh salud bucal Es el estado de bienestar que se alcanza cuando los dientes, las encías y la boca están sanos y funcionan bien. La salud bucal no sólo afecta a la estética y la autoestima de las personas, sino también a su salud general y calidad de vida.
Numerosos estudios han demostrado que existe una relación entre la salud bucal y la salud sistémica, es decir, la salud del cuerpo en su conjunto. Algunas de las enfermedades que pueden estar asociadas o influenciadas por la salud bucal son:
- Enfermedades cardiovasculares: La inflamación y la infección de las encías pueden favorecer la formación de coágulos y placa en las arterias, aumentando el riesgo de ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares.
- Diabetes: La diabetes puede afectar la salud oral, causando sequedad, caries, gingivitis o periodontitis. Estas enfermedades, a su vez, pueden dificultar el control de los niveles de glucosa en sangre, lo que empeora la diabetes.
- Enfermedades respiratorias: Las bacterias que se acumulan en la boca pueden pasar al sistema respiratorio provocando infecciones como bronquitis, neumonía o tuberculosis.
- Enfermedades digestivas: La mala masticación o la falta de dientes pueden alterar la digestión y la absorción de nutrientes, provocando problemas como gastritis, úlceras o colon irritable.
- Enfermedades renales: Una mala higiene bucal puede provocar una acumulación de toxinas en el organismo, que pueden dañar los riñones y provocar insuficiencia renal.
Por todo ello, es fundamental cuidar la salud bucal como parte del cuidado integral de las personas. Para ello se recomienda seguir algunos hábitos básicos como:
- Cepíllese los dientes al menos dos veces al día, utilizando un pasta de fluoruro y un cepillo adecuado.
- Use hilo dental o cepillos interdentales para limpiar los espacios entre los dientes.
- Enjuáguese la boca con un enjuague bucal que contenga antisépticos o flúor.
- Visita al dentista al menos una vez al año para controles y limpiezas profesionales.
- Evitar el consumo de tabaco, alcohol, azúcar y alimentos ácidos o pigmentados que puedan dañar dientes y encías.