O cavidades Es una enfermedad común en los niños, pero la buena noticia es que se puede prevenir. Y en este espacio te explicaremos qué debes hacer para evitar que tu hijo los padezca.
Son tareas sencillas que salvarán a tu hijo de malos momentos, pero también de tiempo y dinero en el odontopediatra.
Si el niño es todavía un bebé, bastará con limpiar las encías con una pequeña gasa húmeda. Pero también evita darle bebidas azucaradas o dejarlo dormir con su biberón.
Es importante que los utensilios personales del niño no sean utilizados por adultos, ya que pueden propagar la infección. Así que no chupes el chupete ni uses los cubiertos.
Cuando el niño ya tiene dientes, se deben cepillar correctamente, con un cepillo especial suave y utilizando un dentífrico específico para niños con una cantidad adecuada de flúor.
Necesitará tu ayuda para cepillarse los dientes durante algunos años hasta que aprenda a hacerlo solo y no trague pasta de dientes.
Enséñele el hábito de cepillarse los dientes después de cada comida y antes de acostarse.
La comida también es importante. Asegúrate de que no coma dulces, golosinas, bebidas azucaradas o dulces industriales con frecuencia. Después de comer estos alimentos, debe cepillarse bien los dientes.
Y por último, llévalo a tus revisiones periódicas sin falta.
