A veces, nuestra boca nos envía señales claras de que algo no va bien. El dolor, el alta sensibilidad o un fuerte golpe son indicadores inequívocos a llamar al dentista. Sin embargo, existen otras señales menos evidentes que también requieren atención dental urgente.
Una de estas señales es el cambio de color de un diente, que es más oscuro que los demás. Éste puede ser un indicativo de que el diente está necrótico y necesita un tratamiento de conductos suave, siempre que se trate con prontitud.
Otra señal de alarma es si un diente está suelto o se mueve cuando lo empujas hacia abajo. Esto podría ser un indicativo de una enfermedad agresiva de las encías, que puede poner en peligro la salud del diente.
Además, si aparece un absceso, como un grano en las encías junto al diente, aunque no duela, es necesario consultar al dentista lo antes posible. Éste puede ser un signo de inflamación que afecta al nervio del diente.
Si se rompe un diente o si aparece un agujero en uno, acudir al dentista. Una caries visible es una señal de un daño importante en el diente. Asimismo, la hinchazón o el sangrado oral son motivos para llamar al dentista, ya que requieren una evaluación profesional.