El Tribunal Penal de San Sebastián ha sentenciado a un protésico dental guipuzcoano al pago de una multa por un delito de intrusión profesional, tras comprobar que desempeñaba funciones propias de los dentistas.
Según lo informado por el Consejo de dentistas En una nota, del fallo del caso se desprende que, pese a carecer de la titulación oficial necesaria, el protesista atendió en su laboratorio en cuatro ocasiones a un paciente que requería una prótesis parcial removible, denominada ‘esquelética’.
Durante estas visitas tomó medidas, hizo la prótesis, la adaptó y la colocó en la boca cuando es dentista «quien legalmente debe tomar las impresiones necesarias de la boca del paciente e indicar, por escrito y acompañada de elementos tridimensionales, cómo debe ser la prótesis que debe realizar el protésico dental siguiendo las instrucciones del dentista.
La resolución judicial, eso es firmeconsidera que estos hechos constituyen un delito de intrusión profesional por el que condena al protésico dental a una multa de doce meses a razón de seis euros diarios (2.160 euros) y al pago de las costas, incluidas las de la acusación. particular.
El presidente del Consejo General de Odontólogos, Óscar Castro Reinoha felicitado al Colegio de Odontólogos de Gipuzkoa por las actuaciones judiciales que han llevado a cabo en este caso y ha reclamado un endurecimiento de las penas por los delitos de intrusión profesional para que sean «realmente disuasorias».
Las multas son francamente ridículas para un delito tan grave, ya que estas acciones pueden causar daños irreparables a la salud de las personas», afirmó Castro.